¿Te pasa que hay personas con las que te enojas con más facilidad? Sólo de verlas o escucharlas sientes una punzada en el estómago. Sobre todo, con personas que convives constantemente, en casa, en el trabajo o amigos.

Te compartiré 7 causas de ese constante sentimiento de enojo contra ciertas personas. Esto sólo te está generando conflictos en tus relaciones, emociones que afectan tu salud y al final no estás en paz.

Es importante que reconozcas si caes en alguna de estas 7 situaciones y decidir qué puedes hacer para salir de ellas, mejorar tus relaciones y así lograr tranquilidad en tu vida.

7 Razones Por Las Que Te Enojas Tan Fácil Con Los Demás

#1 Tienen Algún Asunto Pendiente.

Si con esa persona que hoy te irrita tanto has pasado antes alguna pelea, desacuerdo, engaño, injusticia o cualquier otra situación de conflicto, ese asunto aún no está resuelto.

Muchas veces creemos ya haberlo superado, pero la realidad es que aún pensamos algunas veces en eso, y sólo de pensarlo, nos sobreviene el enojo o frustración otra vez.

¿Qué hacer? Si es necesario aclarar algunas cosas con esa persona, hacerle saber cómo te sentiste con esa situación, no en tono de reproche, sino eligiendo palabras amables y decirle simplemente cómo te sentiste.

Si hay algo que te gustaría recibir de esa persona o una petición que hacer, también comunicarlo.

También es momento de perdonar, de otra forma seguirás guardando resentimiento contra esa persona que forma parte de tu vida y la convivencia siempre será difícil.

#2 No Le Estas Aceptando.

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Si reacciones fácil y constantemente con enojo por lo que el otro dice o hace, no le estás aceptando incondicionalmente.

No es que el otro esté mal por pensar o actuar así, simplemente es otra persona y ve la vida a través de su propia historia y experiencias.

Dependiendo si es alguien que simplemente no puedes evitar, deja de luchar contra algo que no depende de ti, lo que el otro piense o haga, es algo que no podrás controlar, entonces ¿para qué resistirte?

Quizá pueden llegar a nuevos acuerdos si platican el asunto, pero sobre su ser, quién es él o ella, no puedes vivir esperando que sea diferente.

Ahora, si es una persona de quien sí puede elegir alejarte, quizá ha llegado el momento de cerrar un ciclo.

También, si te interesas auténticamente por conocer las razones del otro, buscar entender qué lo lleva a actuar de esa forma, llegas a comprenderlo más y ser más tolerante.

#3 Piensas negativamente.

Resulta que si antes, por alguna razón esa persona hizo algo que te incomodara o enojara, piensas que lo volverá a hacer y mantienes ese temor o pensamiento constante.

A veces sacas conclusiones adelantadas y tiendes a pensar que no puedes esperar nada de esa persona.

Considera cambiar esas creencias que sólo están limitando tu capacidad de generar nuevamente confianza en tus relaciones.

Si realmente quieres mejorar las cosas con esa persona, tienes que empezar a confiar. No es sencillo, pero ¿a poco pensar negativamente te ha funcionado?

#4 Una Comunicación Poco Clara.

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No has expresado con asertividad tus deseos. O puede ser que, el hecho de tener ciertos resentimientos aún con esa persona, te ha cerrado a escucharla y enojarte tan fácil.

Practica el ser asertivo al expresar aquello que te desagrada, que te gustaría que fuera distinto y finalmente salir de la queja y el reproche, tomar responsabilidad de lo que te ha hecho falta expresar.

O bien, ábrete a la posibilidad de mirar a la persona con amor, y también escucharla, comprenderla y entender que ella también tiene sus propias batallas.

Comunica usando palabras amables, definiendo bien tu mensaje sin tantos rodeos, siendo claro en lo que te gustaría recibir para lograr equilibrio en la relación.

#5 Lo Que Te Choca, Te Checa.

Esa parte de la persona que tanto te hace reaccionar habla mucho de ti.

Tienes que empezar a observarte con atención, ¿qué es exactamente lo que te molesta? Todo conflicto con alguien más, es una oportunidad para aprender más de ti.

Quizá te toca ser más comprensivo, ser más flexible a las diferencias, crecer en paciencia. Mientras no mires cómo tu interpretación de las cosas está provocando que luches contra alguien, no podrás liberarte.

Puedes estar desperdiciando la gran oportunidad de disfrutar verdaderamente a tus amigos, familia y compañeros de trabajo por no buscar resolver lo que pasa en tu interior, por querer tener siempre la razón.

#6 Estás Siendo Muy Rígido.

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Te estás cerrando totalmente a los puntos de vista de otros, no quieres ceder ni un milímetro a contemplar otras alternativas, otras formas de ver las cosas.

O puedes estar cayendo en el perfeccionismo.

Esto te hace mucho daño, así como lograr separación y conflictos con otros.

Es momento de que contemples en qué cosas sí puedes ceder y no representa un daño real para ti. Podrías llegar a sorprenderte al darte la oportunidad de conocer otras formas de ver la vida, de hacer las cosas.

Ceder no siempre significa perder. Buscar ser menos rígido y más flexible puede ahorrarte muchos dolores de cabeza.

#7 Es El Ego El Que Habla.

Se dice que el ego es una imagen distorsionada de quien realmente eres.

Siempre quiere sobresalir, busca halago y aprobación. Te hace creer que eres diferente y superior a los demás, lo que hace que te separes de las personas.

El ego te impide sentir desde el corazón, es como una armadura que te pones por miedo.

El ego se desvanece cuando lo percibes. Empieza a darte cuenta en tus reacciones, cuándo es tu verdadero ser quien habla o si es el ego quien eligió los pensamientos y las palabras.

Tu verdadera esencia es el amor. El ego desaparecerá cuando elijas la sencillez y recuerdes que todos somos iguales.

Lo más valioso como seres humanos es sentir la conexión con los otros, el cariño, el apoyo y la amistad con los otros.